Una colección de pequeñas biografías de personajes históricos no necesariamente ejemplares, posiblemente contradictorios, definitivamente irresistibles.
Un formato breve. Con la elegante voluntad divulgativa de una miniatura histórica de Stefan Zweig, con la aspiración popular de una colección de kiosco de posguerra, con la irreverencia y chispazo que nunca se encontraría en un “verdadero” libro de historia escrito por un sesudo académico.
Al poco de morir, en pleno franquismo, el nombre de Romanones desapareció. Ya sabemos cómo es la historia: cada tiempo pone a unos personajes de moda y baja a...